Razas

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Los Humanos son una de las especies que sobreviven en el Yermo y en todo el Mundo a pesar del invierno nuclear. Son humanoides y se dividen en etnias, y estas en grupos. La gran mayoría conservan los rasgos naturales de la especie humana. No son especialmente resistentes al daño y la radiación es una de sus mayores amenazas. La mayoría de los humanos enferman y mueren si se ven expuestos a demasiada radiación, los que sobreviven dejan de ser considerados humanos. Tienen una esperanza de vida de unos 80 años, aunque no es común ver ancianos dado los muchos peligros del yermo. La mayoría de los humanos sobreviven en asentamientos o ciudades (o refugios), pero también los hay que llevan la vida de trotamundos ya sea como chatarreros o comerciantes ambulantes.








Estos mutantes antes eran humanos, pero por suerte o por desgracia para ellos se vieron expuestos a ciertos factores que provocaron que su ADN mutara. Hay dos formas de que esto pase:

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1º Recibiendo pequeñas dosis de radiación de forma más o menos controlada. El cuerpo sufre ciertos cambios que pueden ser beneficiosos o no (puedes curarte con la radiación o puede salirte una oreja en la axila) pero siempre está el riesgo de terminar sufriendo un "incendio" radioactivo que termine con la muerte o con el mutante convertido en necrófago.

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2º Viéndose expuesto al VEF (Virus de Evolución Forzada) El FEV es un megavirus con una vaina de proteínas reforzada con hidrógeno ionizado que lo vuelve inmune a la radiación. El FEV está pre-programado con intrones de ADN rectificados según el tipo de especie infectada y/o inoculada. Tras la exposición, los genes del VEF producen un aumento en la masa muscular y del cerebro, pero a menudo va acompañado de desfiguración, esterilidad y daños en patrones neurales existentes, causando pérdida de memoria. El VEF no se transmite por el aire, normalmente la infección se produce por la inyección o por el contacto físico directo con una muestra del VEF.

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Los Necrófagos, también llamados Ghouls, son mutantes con apariencia de zombies, víctimas de un envenenamiento masivo por radiación. Generalmente tienen voces muy ásperas, poco cabello y un aspecto, en general, poco saludable. La exposición prolongada a la radiación a veces causa que los humanos se transformen en necrófagos (aunque, en ocasiones, la transformación es más rápida).

No todos los Necrófagos son iguales, algunos son más fuertes que otros y se dividen en diversas clases. Los Necrófagos son estériles, ya que la radiación ha dejado sus órganos sexuales muertos e infértiles, pero a cambio los Necrófagos envejecen mucho más lentamente que los humanos, e incluso hay Necrófagos que han vivido 200 años, es decir, desde antes de la guerra. Esto tiene una explicación científica. Los Seres Humanos segregamos una sustancia involuntariamente que envenena el sistema nervioso. Al parecer la radiación ha eliminado la segregación de esa sustancia, ya que si no la emanáramos podríamos vivir hasta los 300 años. Otra de sus ventajas es el poder curativo que ejerce la radiación sobre ellos. Sin embargo, ese estado de necrosis también trae sus inconvenientes: su piel está podrida, por lo que resisten mucho menos que los humanos, y si no llevan armaduras son muy fáciles de eliminar.

Los necrófagos son muy despreciados por los humanos, no solo por su apariencia, si no por los numerables casos de necrófagos enloquecidos que, ya sea por efecto de la radiación o por otros factores, acaban siendo poco más que zombies descerebrados.

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Los Synths, creados por el misterioso Instituto, están clasificados en tres generaciones diferentes dependiendo de su complejidad. Los Synths de primera generación son humanoides puramente mecánicos con apariencia esquelética. Como sus predecesores, los Synths de segunda generación lucen mecánicos, no obstante estos poseen zonas mas avanzadas cubiertas con paneles de plástico que sirven como "piel", podrían pasar por humanos si no son estricamente supervisados. La tercera generación de Synths representa el pináculo de la tecnología Synth, con cuerpos bío-mecánicos, capaces de generar respiración, sangrados, incluso generar sentimientos y emociones, esta generación de Synths es totalmente imposible de diferenciar de un humano normal (con la única diferencia de que estos cuentan con un chip synth en sus cadáveres).